Una verdadera clase magistral vocal dio esta noche la cantante inglesa Joss Stone en el Movistar Arena, en un show íntimo, sobrio, elegante y con una puesta en escena de alto nivel interpretativo.
Francisca Valenzuela inició al concierto en un recinto con poco público. Estuvo acompañada con un baterista y un tecladista-guitarrista y samplers en sus canciones. Vestida de atuendo rojo y con el piano blanco que la acompaña en sus shows. Estrenó su nuevo tema «Hola impostora». Una presentación sobria y en dónde hizo gala de su gran voz y una impecable ejecución de piano.
A las 21.05 comenzó Joss Stone con «Free Mee», con un sonido preciso para el estilo soul, en dónde los coros y los músicos acompañaban la voz de la cantante, ataviada con un vestido dorado que le hacía notar su embarazo.
Stone, luciendo su dúctil voz, hizo interactuar al público a quien saludó con un tímido «hola» en español. Cada vez que empezaba una canción contaba en que se había inspirado para hacerla.
“Tell Me What We’re Gonna Dow Now» (2007) fue interpretado con una fuerza vocal que estuvo acertadamente versionada con una atmósfera de un sonido soul. A medida que continuaba el show, Stone hacía gala de sus dotes vocales llegando desde voces graves a muy agudas sin hacer ningún esfuerzo.
También la versatilidad resaltaba en las composiciones que iban desde el reggae, el soul y el blues. El ambiente fue muy solemne de parte del público mientras la cantante contaba sus historias entre cada canción y en dónde el teclado Hammond se destacaba por su particular e inigualable sonido cada vez que tocaban los temas.
«Super Duper Love» fue la canción más destacada de la jornada, interpretada en una versión más soul que la original. Stone hizo corear al público con un magnífico desempeño de parte de ella y los músicos los cuales eran acompañados por el coro del respetable.
A medida que transcurría el concierto, nunca perdió la voz ni la intensidad llegando a toda su capacidad y exigencia. Incluso se lució cantando a «capella» y sin desafinar en ningún momento ante un recinto en absoluto silencio.
Después de un descanso, salió a escena interpretando otro tema acompañada solo con el guitarrista en una suerte de «unplugged». Stone hizo unas notas altas con gran precisión llegando a un verdadero estruendo vocal.
El show finalizó con «Rigth to be Wrong» (con el Movistar iluminado con las luces de los teléfonos) con una formidable y emotiva interpretación de la artista que era acompañada magistralmente por los coros y los músicos. La cantante se despidió arrojando flores al público el cual la ovacionó.
Fue un concierto extenso que duró más de dos horas. Con esta presentación quedó demostrado que Joss Stone es una cantante madura y que representa a las pocas intérpretes en vida que no dependen del autotune o playback para hacer un show de gran calidad.
GONZALO MORALES NARANJO
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